domingo, 14 de septiembre de 2008

23:40

Alguna gente me dice en broma que soy igual que el Padrino, pero todos sabemos que de Padrino sólo existe uno...
Hoy me lo han vuelto a decir cuando hablaba de cómo estará el Esplai este año. He llegado a Bellvitge desilusionado, sin ganas, muchísima pereza. Pensaba ¿ahora, otra vez, a pelearse con niños, padres, monitores? ¿Preparar las oraciones de cada viernes? ¿Pensar en casas, presupuestos, autocares? ¿Hacer mil reuniones para actividades que nunca van a funcionar?

Pero a las seis en punto ya teníamos niños en la mini carpa donde hemos hecho los talleres. Talleres en el último día de Fiesta Mayor del barrio. Talleres en el último día antes de que empiece el colegio. Hemos sido la última actividad de verano, hemos sido su última tarde en la calle sin saber que al día siguiente la maestra se desesperará por que no han hecho los deberes.

Después de los talleres y cruzar toda la marea de reggaeton, cervecita y hamburguesa en los chiringuitos. Discusión y al final cambio de planes para la salida de monitores. Genial, así estaremos todos.

Y de vuelta, antes de meter la llave en el portal, mirar arriba y pensar "en todo amar y servir, es eso, ¿no?"



Creo que ya la había puesto pero..

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